David Bowie en una imagen de su último vídeo Blackstar |
Traducción del inglés al español: Manuel Fernández Espinosa
Artículo original de: Margaret Galitizin
Cuando la estrella del rock David Bowie, considerado el más influyente de los rockeros, murió de cáncer el 10 de Enero de 2016, yo esperaba que su mundo lo aclamara. Tal y como exactamente lo hicieron las estrellas de Hollywood y del rock -rock suave, punk rock, heavy metal. Madonna, Paul McCartney, los Rolling Stones, Kendrick Lamar y otros cantantes rindieron sus tributos.
Empero, elogios más inesperados vinieron de prominentes figuras del mundo político y científico, por ejemplo, David Cameron, Tony Blair y el astronauta Tim Peake. Pareciera que el siglo XXI estuviera tan ansioso de ovacionar a éste descarado satanista, criatura andrógina, como las grandes personalidades el siglo XIII honraron a San Bernardo a su muerte.
Esta ovación es lo que viene de un mundo que ha quemado mucho incienso en el altar de la rebelión del rock y la revuelta. Después de todo, Bowie fue el primero en muchas cosas en la Revolución del Rock: el primero en declarar abiertamente su homosexualiad y convertir a las audiencias a la aceptación de la criatura andrógina bisexual del futuro, el primero en hacer vídeo-clips, el primero en reinventarse a sí mismo bajo muchos personajes como Ziggy Stardust y el Thin White Duke.
ALBUMES SATÁNICOS
"Correr riesgos y ser subversivo, eso fue lo que aprendí de David Bowie" -dijo un fan. Bowie fue subversivo, él lanzó por doquier su odio conta las convenciones y todo lo establecido. Y especialmente, él fue virulento contra la Iglesia Católica.
La maldad se evidencia en su "Next Day", vídeo-album lanzado en 2013 como su "resurrección" después de una ausencia de diez años, desde la etapa de recuperación de una grave adicción a la cocaína y la paranoia. En el vídeo "Next Day" se disfraza Bowie de monje cantando en un local con sacerdotes depravados que se acompañan de prostitutas medio desnudas; una de las prostitutas es "agraciada" con una supuesta estigmatización. La sangre efusiona de las palmas de sus manos y el cura que la "acompaña" grita furioso hacia Dios: "¡Eres tú otra vez!".
Su último album, Blackstar -que en los círculos ocultistas es una referencia a Satanás- fue también emitido dos días antes de su muerte. A pesar de su muerte, sus fans más acérrimos ya están negando la realidad, aduciendo que él no ha muerto, sino que ha emigrado a un lugar extraterrestre.
Blackstar ha sido, si cabe, todavía más blasfema y abiertamente ocultista. Bowie retorna a su tema astronáutico-espacial, anunciando una nueva era de Satanás. La supuesta verdad gnóstica que se ha ocultado del hombre está regresando. Es algo más que una producción audiovisual, es un mensaje plagado de ritos satánicos y danzas simbólicas, magia y adoración a Satanás.
Del mismo modo, la canción Valentine's Day era algo más que un rockero envejecido cantnado sobre el día de San Valentín. San Valentín "lo sabe todo", quiere "todo el mundo bajo sus pies" y "tiene algo que decir". ¿Qué está diciendo Bowie? Ese "El día de Valentín está aquí" parece ser el anuncio del advenimiento del diablo. Si es así, David Bowie aparece como un heraldo de Satanás.
Del vídeo "Next Day" de Bowie, imagen que parodia a Santa Lucía, también aparece Santa Juana de Arco, todas en una especie de prostíbulo lleno de sacerdotes y cardenales católicos |
GNOSIS Y EXTRATERRESTRES
Es indudable que Bowie estaba profundamente inmerso en la doctrina ocultista y gnóstica.
En su más temprana carrera, Bowie fue un discípulo de Alister Crowley y más tarde se obsesionó con la doctrina ocultista de los super-dioses y las invasiones extraterrestres. Blackstar está repleta de imaginería gnóstica y satanista. Un extraterrestre -una calavera enjoyada en un traje de astronauta- trae los secretos de una antigua religión. Un ritual satánico que termina con la mujer admirando el cráneo enjoyado en poder de una bruja, en un círculo mágico. El propio Bowie canta con los ojos vendados, en referencia a los maestros iniciados.
Por último, tamibén hay una representación realmente blasfematoria de un Cristo crucificado contoneando las caderas y una grotesca cabeza. El mensaje parece ser este: una Nueva Era ha llegado, iluminada por la luz diáana de la Estrella Negra. Satanás sustituye a Cristo.
VATICANO APOYANDO A UN SATANISTA
La escenificación inmoral y blasfematoria de los últimos albums debería ser suficiente para que cualquier católico fiel rechaze a Bowie. Uno esperaría que la Iglesia previniera a los fieles a mantenerse alejados del satanista Bowie -y de la música rock en general.
En cambio, los medios de comunicación proclaman ufanos que los prelados católicos se apresuran a sumarse al coro general en loor de Bowie. Entre los primeros en honrar a la estrella de rock bisexual estaba Gianfranco Cardenal Ravasi, del Consejo Ponticio de la Cultura. Comentando sobre la muerte de Bowie, el cardenal twiteó letras de Bowie del año 1969, la canción Space Oddity: "Control de Tierra al comandante Tom / comienza la cuenta atrás, arranca motores / compruebe el encendido y puede que el amor de Dios esté con vosotros".
Al día siguiente, L'Osservatore Romano, diario del Vaticano, publicaba un obituario elogiando a Bowie, elevándolo a "músico singular que nunca fue banal" y que "fecundó artísticamente durante más de cinco el arte, el cine y el teatro".
El periódico del Vaticano que cada día se convierte más al mundo moderno, tomó nota de la "imagen ambigua" que Bowie cultivó a lo largo de su carrera, atribuyéndola a un simple deseo inmaduro de ganar fama y llamar la atención.
Estos "excesos", afirma L'Obsservatore, pueden pasar por alto, en virtud del legado de Bowie que "fue alguien que vivió la sobriedad personal, expresándola incluso en su cuerpo delgado, cuasi filiforme".
Es casi impensable que un diario del Vaticano elogie a un hombre que -además de ser un satanista- abiertamente se proclamó a sí mismo promiscuo y audazmente desafió las normas de identidad sexual..
LA POSICIÓN DEL VATICANO ES ALABADA
Los comentaristas han aplaudido la "postura valiente" del Vaticano, observando que su "audaz posicionamiento" es una señal positiva para los temas de la LGBT en la Iglesia. "Probablemente otro resultado del óptimo compromiso de Francisco con el mundo y con las demandas de toda la gente a ser respetada y valorada".
Sin embargo, Bowie -ya en 1976- proclamó flagrantemente que la música rock estaba inspirada por Satanás: "El rock siempre ha sido la música del diablo, nadie me puede convencer de que no lo sea... Siento que nosotros estamos anunciando algo más oscuro que nosotros mismos" (revista Rolling Stone, 12-2-1976, pág. 83). Bowie nunca negó esta afirmación, sino que evolucionó a una especie de heraldo del siniestro reino de Satanás.
Que el Vaticano apruebe e incluso elogie a David Bowie es casi increíble, otra de las consecuencias de la apertura al mundo moderno pagano que se realizó con el Concilio Vaticano II.
Fuente original del artículo: "Androgynous David Bowie Glorified by the Vatican", Margaret Galitizin